En Coche
Conducir por el centro de la capital lusa no es nada recomendable. Lisboa es una de las ciudades donde se conduce de forma más temeraria. Los conductores portugueses son agresivos y aparcar resulta muy difícil en el centro y en los barrios del casco viejo durante las horas punta, ya que hay pocos aparcamientos.
Las calles del centro suelen ser de un solo sentido, y las señales indicativas no siempre son visibles, por lo que además de ser complicado, el turista puede verse obligado a pagar una multa. La mayoría de los policías en Lisboa suelen son tolerantes con este tipo de confusiones y orientan al viajero cuando se pierde.
Hay pocas rotondas en la ciudad; las más grandes, como la de Marqués de Pombal y la Rotunda do Relógio cerca del aeropuerto, tienen semáforos, pero las más pequeñas, no. En la rotonda, los coches tienen prioridad, así como los vehículos que circulen por la derecha en cualquier cruce. Si el viajero decide conducir, debe tomarlo con calma y evitar las horas punta, de 8.00 a 10.00 y de 17.30 a 19.30. Hay que tener precaución con los paso de peatones, ya que no están bien señalizados.
Los principales aparcamientos subterráneos están en Avenida 5 de Outubro, Avenida de Roma, Praça de Londres, Praça dos Restauradores, Praça da Figueira y Alameda. Su precio es muy asequible. Las señales indicadoras de los aparcamientos son como las españolas. La mayoría se encuentra en el centro, el más grande y nuevo se sitúa en la Praça Marqués de Pombal.
En el centro de Lisboa hay aparcamiento regulado de 8.00 a 20.00. La señal que lo identifica es la de aparcamiento con una mano que inserta una moneda o tarjeta. Los billetes se compran en máquinas; no suelen dar cambio, así que se debe introducir el importe justo. El estacionamiento indebido se castiga con una multa que suele ser muy alta o con la retirada del coche por la grúa.
La gasolina es algo más cara en Portugal que en España. Los precios varían entre las distintas gasolineras. La gasolina sem chumbo (sin plomo) es de dos tipos: normal de 95 octanos, y súper de 98 octanos; esta última es un poco más cara. Para diferenciarlos en las gasolineras se utiliza un código de colores: verde para la normal, blanco la súper, negro el diésel y rojo para el gasóleo. Hay muchas gasolineras en el centro de Lisboa, algunas permanecen abiertas durante las 24 horas.
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